jueves, 19 de julio de 2012

La vida es muy corta.
Tómate un momento para sentirte vivo.
Sé que lo único que queríamos era expandirnos y progresar.
Pero le dimos forma a nuestras garras y fuimos a la guerra,
con nosotros mismos, con los demás, con los ricos y con los pobres.
Con cualquiera que fuera diferente, con quien creyera en menos o en más.
Aléjate de las sombras, emitidas por las alas de la izquierda y las alas de la derecha.
Toma refugio en los demás y el triunfo que ello brinda.
Dado que nos mantenemos sobre dos pies, valemos mucho más.
Ahora derriba los muros que fueron construidos para dividir.
Es tiempo de extinguir ese fuego, ese fuego interior.
~ Unbeliever. Architects

viernes, 6 de julio de 2012

¿Por qué sólo amamos cuando nos es conveniente?

¿Es porque no queremos dejar algo marchar?
¿Por la seguridad que brinda un corazón cerrado?
¿O es el riesgo de ser rotos?
Tan insoportable para incluso no dejar el sentimiento llegar a la superficie.

Hay mejores recompensas en abandonar el propio confort
que las que hay en nunca romper las barreras que has construido.

Una vida únicamente de autosuficiencia es seguramente una vida vacía.

¿Por qué sólo entendemos cuando es aceptable?

Hay mejores recompensas en la coexistencia
que las que hay en nunca romper las barreras que has construido.

Es hora de actuar
Es hora de mantenerse inspirados
Es hora de demostrar que no solo somos palabras y que no tenemos miedo de los riesgos

~ Stay Inspired. We Came As Romans

domingo, 1 de julio de 2012

Muchos, muchos años atrás,
en un reino junto al mar turquí 
vivía una doncella a quien quizá conozcáis,
llamada Annabel Lee,
que tenía en la vida un único afán:
amarme y ser amada por mí.

Aunque no éramos más que niños, 
en el reino junto al mar turquí,
nos amábamos con un amor tan pleno,
yo y mi Annabel Lee,
que los alados serafines del cielo
lo codiciaban para si.

Fue por esta razón que, tiempo atrás, 
en el reino junto al mar turquí
de una nube sopló un viento que heló
a mi hermosa Annabel Lee.
Entonces llegó su patricio tutor
y la separó de mí
para encerrarla en un sepulcro
en el reino junto al mar turquí.

Los ángeles, infelices en el cielo ulterior; 
nos envidiaban a ella y a mí,
y fue por eso (como saben todos
en el reino junto al mar turquí)
que de esa nube nocturna un viento sopló
hasta helar a mi Annabel Lee.

Pero era tanto más fuerte nuestro joven amor 
que el de toda la gente de allí,
que el de gente mayor y más sabia, ¡oh, sí!
que ni los ángeles del cielo ulterior
ni los demonios bajo el mar turquí
podrán separar mi alma del alma
de la hermosa Annabel Lee.

Pues la luna, al brillar; me invita a soñar 
en la hermosa Annabel Lee;
y al salir los luceros veo los ojos certeros
de la hermosa Annabel Lee;
y así paso, tendido a su lado, las noches,
velando a mi amada, mi amor; mi consorte,
en su sepulcro junto al mar turquí,
el mar que ruge por ella y por mi. 

~ Edgar Allan Poe