domingo, 5 de agosto de 2012

La memoria es como una cebolla que tiene muchas capas. En la más profunda está la verdad, lo que somos, lo que realmente somos, el lugar al que pertenecemos, nuestro origen, el olor de nuestra madre, el semblante de nuestro padre... Al crecer vamos formando nuevas capas, encerrando ese corazón, y cuanto más crecemos, más capas aportamos. La vida va creando nuevas pieles, a veces tan gruesas que incluso nos apartan de los recuerdos más inmediatos, asi que los más lejanos o profundos... Y si perdemos la piel de la memoria... Lo perdemos todo. ¿Y merece más la pena la memoria del pasado que el valor del futuro? Conservando el pasado y esa memoria, podemos ser mejores en el futuro, aprender de los errores, y evitar que todo sea peor.
~ La piel de la memoria. Jordi Sierra i Fabra

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