Por supuesto que me parte el corazón, cada momento del día, en más trozos de los que lo forman; nunca pensé que fuera alguien callado y mucho menos silencioso, nunca pensé en nada, todo cambió, la distancia que me separaba de la felicidad no era el mundo, no eran las bombas y los edificios en llamas, era yo, mi pensamiento, el cáncer de nunca olvidar, no sé si la ignorancia es una bendición, pero pensar es tan doloroso, y, dime, ¿qué hizo por mí el pensamiento, a qué gran lugar me llevó? Pienso y pienso y pienso, he pensado en mí mismo y la felicidad un millón de veces, pero nunca en que ambos se unan.
~ Jonathan Safran Foer. Tan fuerte tan cerca.
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