Quizás nuestras citas favoritas digan más de nosotros mismos que de las historias y las personas a las que citamos.
martes, 12 de junio de 2012
El principal problema es que no vemos la verdad. Ni aún teniéndola delante de nosotros. Sólo por tener los ojos abiertos no quiere decir que puedas ver. Verdades o mentiras, realidades o artimañas. Descubres la verdad, y realmente no sabes si era mejor ignorarla, o creerte una mentira, pues a veces es más duro lidiar con la carga de la realidad, que con la carga de la mentira. Y no hay peor ciego que el que no quiere ver las cosas como son...
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